Podéis obtener más datos y leer la introducción del libro en pdf en la dirección siguiente:
http://tierradenadieediciones.com/tierradenadie/?p=183
"Antichristus:
Ista predixerunt mei predicatores/viri mei nominis et iuris cultores
Hec mea gloria quam diu predixerunt/qua fruentur mecum quicumque meruerunt
Post eorum casum quos vanitas illusit/PAX et SECURITAS universa conclusit"
Ludus de Antichristo ca 1160
(Esto predijeron mis predicadores/hombres que cultiman mi nombre y mi derecho
Esta gloria mía que ha mucho predijeron/de la que conmigo disfrutan quienes la merecieron,
Tras la caída de quienes burló la vanidad/ha establecido la PAZ y la JUSTICIA universales)
Acaba de saltar -como se dice- la noticia: Barack Obama recibirá el premio Nobel de la Paz. Viene así a unirse a la lista de galardonados que incluye algunos turbios personajes o genocidas declarados como Kissinger o Menahem Begin. El mérito del presidente norteamericano: haber dado un nuevo impulso a la diplomacia en las relaciones internacionales y haber sostenido el maltrecho sistema de las Naciones Unidas.
Para quien crea aún que las Naciones Unidas son un instrumento de paz, baste recordar las sanciones de esta organización sufridas por Iraq y que dieron como resultado más de un millón de muertos entre la población civil por falta de suministros médicos y sanitarios fundamentales como el cloro para depurar el agua, medicamentos y material quirúrgico esenciales. La catástrofe social y sanitaria se vio complementada por los bombardeos casi diarios de Iraq con bombas de uranio empobrecido. Los iraquíes no lo olvidaron y, poco después de la invasión americana que sellaba la destrucción de su país, trataron la sede de las Naciones Unidas como un objetivo de guerra.
Las Naciones Unidas también han legitimado -a costa de una flagrante violación de su propia Carta- la invasión y ocupación de Afganistán que Barack Obama perpetúa. Los ataques diarios contra la población civil afgana suman ya miles de víctimas. Todo esto se combina además con una singular instauración de la democracia en la que la OTAN, bajo mandato de las Naciones Unidas, puso en el poder a Hamid Karzai, personaje tan grotesco en el vestir -luciendo sus prendas de corte orientalista "clean" que nadie jamás vistió por aquellas latitudes- como corrupto en su actuación política. El masivo fraude electoral en las últimas elecciones que revalidaron en su cargo a Karzai fue tapado por las Naciones Unidas, la UE, la OTAN y Obama. Occidente en Afganistán no reacciona de la misma manera que en Irán y no ha tenido la brillante idea de organizar allí una de esas revoluciones de colores que le permiten acabar con gobiernos o regímenes molestos.
Es que la de Afganistán es la guerra colonial de los progres, como la de Iraq fue la de los "conservadores". Desde el principio fue saludada por destacados progresistas como una indispensable y bienvenida actuación contra el obscurantismo de los talibanes y hubo incluso quien consideró que tenía objetivos "feministas" como la liberación de la mujer afgana de los férreos lazos de la variante local del patriarcado. Habrá aún quien recuerde las declaraciones de la vicepresidenta de Attac, Susan George a la radio estatal sueca en las que afirmaba explícitamente su apoyo a la guerra y al propio George W. Bush en nombre de la liberación de la mujer y de la lucha contra el integrismo: "Me equivoqué cuando critiqué los bombardeos americanos sobre Afganistán (...) Valía la pena lleverlos a cabo para desembarazrse de los Talibán...Me gustaría darle las gracias a George Bush. Ha demostrado que era posible alcanzar a los terroristas y su recursos." Svenska Dagbladet, Estocolmo, citado por "Courrier international" (n° 585, 17-23 de enero de 2002).