Esta carta fue leída durante el acto del sábado de febrero por el compañero Javier Acedo del círculo Podemos de Orellana de la Vieja:
"Queridos compañeros
y compañeras. Os escribo desde Bruselas, donde hoy mismo sigue la
batalla por la dignidad del pueblo griego y la libertad y dignidad de
todos los pueblos de Europa. Hoy, el compañero Yanis Varoufakis
volverá a enfrentarse a la Bestia, a la que algunos ponen cara de
cancillera alemana, o de ministro federal de finanzas del mismo país,
pero que, según fuentes de prensa cercanas a las instituciones
europeas, tiene barba, boca de sentina y cara de lelo. Fue, en efecto
Mariano Rajoy -lo habréis reconocido enseguida- quien, más aún que
los propios alemanes, se opuso al compromiso propuesto por la
Comisión Europea, que Varoufakis estaba dispuesto a firmar: la
aceptación formal de la parte financiera del rescate, sin las
condiciones que implicaban el mantenimiento de medidas de austeridad
perjudiciales para la población. Era un compromiso sensato, pero
Rajoy, temiendo que este arrebato de sentido común entre los socios
europeos reforzase la posición de Podemos, lo rechazó de llano. La
casta europea tiene miedo: los más prudentes lo manifiestan cediendo
a algunas exigencias populares, pero los más tontos y extremistas
como nuestro presidente de plasma prefieren enrocarse en fórmulas
derrotadas y superadas.
Es preciso que hoy
este mensaje llegue a todos, en todos los puntos de la geografía
europea. Lo que está pasando hoy en Bruselas, lo que hoy pasa en
Atenas, guarda directamente relación con la vida y los problemas de
todos los ciudadanos de Europa. La casta lo sabe, Rajoy lo sabe. El
gobierno popular griego lo entiende perfectamente. De hecho, antes de
ser primer ministro, Alexis Tsipras comprendió muy rápidamente que
tenía que apoyar simbólicamente la Renta Básica en Extremadura.
Bastaron dos breves explicaciones sobre la situación de vuestra
Extremadura -tan parecida a la de Grecia- y la necesidad de una renta
básica para que se hiciera con la compañera Lola Sánchez y conmigo
la foto que seguramente conocéis y que ha ido circulando por las
redes. Decía Pablo Echenique con gran acierto que las últimas
elecciones griegas eran la primera ronda de las españolas. Puede
decirse también que el gobierno griego es el primer gobierno que
hemos conquistado los pueblos europeos. Un gobierno que desde el
primer día ha tomado medidas indispensables y sigue adoptando otras
muchas, las mismas medidas que queremos ver aplicadas en nuestro
país: electricidad gratis para las 300.000 personas que estaban
privadas de ella, defensa incondicional de la primera vivienda contra
los desahucios, anulación de los despidos ilegales en la
administración, nacionalidad griega para los hijos de inmigrantes,
cierre de los CIEs.
Hay quien dice que
esto es poco, pero Syriza está cumpliendo puntualmente su programa,
lo cual es algo insólito en nuestra Europa actual. Solo cederá en
la negociación con los socios europeos en aspectos que le permitan
seguir aplicando el programa urgente de salvación ciudadana. El
corazón de la gente decente de Europa late con el de nuestros
hermanos y hermanas de Grecia y existe hoy un hilo de afectos que
conecta secretamente Don Benito con Atenas, con Bruselas y con el
pueblito del compañero Manolis Glezos en su isla de Naxos. Decían
los dirigentes de la casta europea que no puede haber una federación
democrática en Europa, porque no existe un pueblo europeo. Lamento
decepcionar a estos importantes señores, pero hoy está naciendo ese
pueblo y pronto, como tal, estará exigiendo con una sola voz sus
derechos. Estarùa exigiendo que la casta se vaya, que la luz
disuelva a los vampiros.
Aprovecho también
esta intervención a distancia para saludar a un querido amigo que
visita hoy Don Benito, al compañero Miguel Urbán con el que
comparto tantas cosas importantes, las fundamentales, en relación
con Podemos, con la política en general, pero también con esa ética
de la decencia común y de la amistad política que él siempre ha
mantenido apesar de todas las dificultades y sinsabores. Miguel es
una persona indispensable para Podemos y para la renovación de la
política en nuestro país. Le mando desde la lluviosa Bruselas un
fuerte abrazo. Otro fuerte abrazo para mi querido amigo y admirado
compañero Jónatham Moriche, quien después de algunas discrepancias
iniciales, y con las reservas de toda persona libre e inteligente, se
embarcó en el proyecto de Podemos con todo el inmenso empeño del
que es capaz. Con toda su honradez y hasta su tozudez. Un abrazo,
para finalizar, a todos los compañeros y compañeras de Don Benito
con los que me trato a menudo por medios electrónicos y que me
gustaría poder conocer muy pronto personalmente. Syriza, Podemos,
Venceremos! Hasta siempre!"