Los compañeros de Madrilonia hacen en un reciente artículo una interesante reflexión sobre Podemos, con críticas y advertencias útiles dirigidas a esta organización y a sus miembros. Sin embargo, el conjunto del texto manifiesta cierto idealismo, parece añorar una pureza del 15M que nunca existió y lamentar la contaminación de esa pureza originaria por el juego de la representación en el que Podemos pretende introducir a un sector de los movimientos sociales. Por un lado, el peligro de despotenciación es evidente, pues todo en el régimen político actual tiende a sustituir el protagonismo de la multitud por la apaciguada representación que operan los partidos, el Parlamento y el Estado.
Desde que se lanzó Podemos, quienes apoyamos esta iniciativa somos conscientes de ese riesgo, que va mucho más allá del supuesto ego de los promotores/portavoces y es parte integrante del sistema político de la modernidad y de sus formas más extremas y caricaturales como la partitocracia surgida de la Transición. La partitocracia no se romperá desde la calle, pero tampoco solo desde las instituciones. Hemos visto las peligrosas consecuencias de una revuelta como la ucraniana en la que la falta de estructuración de un movimiento social perfectamente legítimo y potente ha abierto las puertas a otra facción de la cleptocracia y al fascismo. También puede apreciarse la degeneración que afecta a los partidos y organizaciones centrados en la política representativa e institucional, degeneración que frustra la energías de valiosísimos militantes e imposibilita la expulsión del gobierno y de la mayoría parlamentaria de los partidos del régimen. Hace falta alguna forma de interfaz representativo de los movimientos que rompa la forma partido, un "partido-no partido". Muchos, dentro de Podemos, pensamos que una fuerte estructura horizontal de contrapoder basada en los círculos puede oponerse con ciertas posibilidades de éxito a la deriva que favorece el actual sistema político representativo. Es importante para ello que los círculos no se queden solos y se mantengan abiertos al conjunto de los movimientos sociales. Los círculos no deben ser células de un partido, sino auténticas asambleas abiertas. Para que el experimento Podemos no se quede en una caricatura de los procesos populistas de izquierda latinoamericanos en un terreno europeo donde tienen pocas probabilidades de arraigar, debe integrar con fuerza y mediante dinámicas rigurosamente horizontales las aportaciones y el impulso político de los movimientos sociales. Los círculos deben ser porosos ante la realidad que los circunda.desde el sueño
Podemos, como toda iniciativa política digna de ese nombre es un experimento en carne propia en el que participan ciertamente politólogos, pero también otras muchas personas que piensan y tienen una real capacidad crítica. Aquí, con Gramsci, "todo el mundo es filósofo", pero con Maquiavelo "todos somos vulgo", plebe. El experimento no se realiza en una campana de vacío fuera de la gravedad sino en medio de todas las fuerzas de gravedad y de fricción de un ambiente social real, en un ambiente determinado no solo por la pura y mítica espontaneidad de la multitud, sino por los aparatos políticos e ideológicos de Estado cuya función es doblegarla, traducirla en representación y neutralizar su potencia propia. Un ambiente determinado también por la lucha de clases y las múltiples resistencias a la brutal ofensiva neoliberal. No se trata de no tener representantes sino de darse los medios de neutralizar en general las dinámicas de representación. Se trata de representar el "no nos representan" sin liquidarlo, cuestionando y desestructurando los aparatos y máquinas que producen el efecto representación y a través suyo la imagen del soberano. En ningún caso se pretende que no haya instituciones, ni funciones estatales, sino devolverlas mediante las formas organizativas horizontales que son nuestras máquinas de guerra a su realidad inmanente de relaciones sociales. Solo mediante vectores de este tipo el virus del 15M podrá seguir haciendo su indispensable trabajo, en la inmanencia de las relaciones sociales efectivas y no en el territorio soñado de una eterna e incorrupta acampada en Sol digna de "La invención de Morel" de Bioy Casares o del Día de la Marmota..
2 comentarios:
No sé para que comento en tu blog si nunca publicas los comentarios. Qué decepción. Ale, adiós.
pues la has cagado; lobo
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